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A esta tierra sombría, que no conoce ni el pecado ni la redención del pecado, donde el mal no es moral sino sólo el dolor que reside para siempre en las cosas terrenales, Cristo no vino. Cristo se detuvo en Éboli.
A esta tierra sombría, que no conoce ni el pecado ni la redención del pecado, donde el mal no es moral sino sólo el dolor que reside para siempre en las cosas terrenales, Cristo no vino. Cristo se detuvo en Éboli.