-
A los 12 años me dieron tranquilizantes cuando debería haber buscado ayuda. No era nada grave ni horrible, simplemente no sentía que mi familia me apoyara y fuera generosa emocionalmente.
A los 12 años me dieron tranquilizantes cuando debería haber buscado ayuda. No era nada grave ni horrible, simplemente no sentía que mi familia me apoyara y fuera generosa emocionalmente.