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Si permites que el dunya se adueñe de tu corazón, como el océano que se adueña del barco, se apoderará de él. Te hundirás en las profundidades del mar. Tocarás el fondo del océano.
Si permites que el dunya se adueñe de tu corazón, como el océano que se adueña del barco, se apoderará de él. Te hundirás en las profundidades del mar. Tocarás el fondo del océano.