-
Iba armado hasta los dientes con una pequeña y lamentable Smith & Wesson de siete tiros, que llevaba un balín como una píldora homopática, y se necesitaban los siete enteros para hacer una dosis para un adulto. Pero me pareció magnífica. Me parecía un arma peligrosa. Sólo tenía un defecto: no se podía acertar a nada con ella.