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Supe que había llegado el momento de marcharme cuando me di cuenta de que ya no podía mirar a los ojos a los estudiantes y decirles lo estupendo que era este lugar para trabajar.
Supe que había llegado el momento de marcharme cuando me di cuenta de que ya no podía mirar a los ojos a los estudiantes y decirles lo estupendo que era este lugar para trabajar.