A veces tardamos en reconocer que alguien tiene una habilidad especial para hacernos creer en nosotros mismos, vincular esa creencia a nuestros ideales más elevados e imaginar que juntos podemos hacer grandes cosas. En esos raros momentos, cuando aparece una persona así, tenemos que dejar a un lado nuestros planes y alcanzar lo que sabemos que es posible.