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El quebrantamiento es la ruptura de mi propia voluntad, la entrega absoluta de mi voluntad a la voluntad de Dios. Es decir "¡Sí, Señor!" - sin resistencia, sin roces, sin obstinación - simplemente sometiéndome a Su dirección y voluntad en mi vida.
El quebrantamiento es la ruptura de mi propia voluntad, la entrega absoluta de mi voluntad a la voluntad de Dios. Es decir "¡Sí, Señor!" - sin resistencia, sin roces, sin obstinación - simplemente sometiéndome a Su dirección y voluntad en mi vida.