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Estoy inacabado. Estoy sin arreglar. Y la realidad es que es donde Dios me encuentra es en el desorden de mi vida, en la falta de fijación, en la ruptura. Pensé que había hecho lo contrario, que se había deshecho de todas esas cosas. Pero si lees la Biblia, si te fijas en ella, constantemente aparecía en la vida de las personas en el peor momento de sus vidas.