-
La seguridad del alma está en su calor. La verdad sin entusiasmo, la moral sin emoción, el ritual sin alma, forman una Iglesia sin poder. Desprovista del Fuego de Dios, nada más cuenta; poseyendo Fuego, nada más importa.
La seguridad del alma está en su calor. La verdad sin entusiasmo, la moral sin emoción, el ritual sin alma, forman una Iglesia sin poder. Desprovista del Fuego de Dios, nada más cuenta; poseyendo Fuego, nada más importa.