-
Cuando liberas al malhechor del mal, cortas un tumor maligno de tu vida interior. Liberas a un prisionero, pero descubres que el verdadero prisionero eras tú mismo.
Cuando liberas al malhechor del mal, cortas un tumor maligno de tu vida interior. Liberas a un prisionero, pero descubres que el verdadero prisionero eras tú mismo.