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Cuando eres un guerrero de tu cuerpo, buscas todo lo bueno que hay para llenarlo: cada nutriente, cada vitamina, cada pensamiento, cada creencia. Amas a tu cuerpo, le das las gracias por la mañana y lo bendices a lo largo del día.
Cuando eres un guerrero de tu cuerpo, buscas todo lo bueno que hay para llenarlo: cada nutriente, cada vitamina, cada pensamiento, cada creencia. Amas a tu cuerpo, le das las gracias por la mañana y lo bendices a lo largo del día.