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  • L]a iglesia no es un lugar. No es un edificio. No es un punto de predicación. No es un proveedor de servicios espirituales. Es un pueblo - el nuevo pacto, el pueblo de Dios comprado con sangre. Por eso Pablo dijo: "Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella" (Ef. 5:25). No se entregó por un lugar, sino por un pueblo.