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Encuentren su propia Calcuta. Encuentren a los enfermos, a los que sufren y a los que están solos allí donde están, en sus propias casas y en sus propias familias, en sus lugares de trabajo y en sus escuelas. Puedes encontrar Calcuta en todo el mundo, si tienes ojos para ver. Dondequiera que vayas, encontrarás personas no deseadas, no amadas, no atendidas, simplemente rechazadas por la sociedad, completamente olvidadas, completamente abandonadas.