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"Pero si Dios es tan bueno como tú te lo representas, y si Él sabe todo lo que necesitamos, y mucho mejor que nosotros mismos, ¿por qué habría de ser necesario pedirle nada?". Yo respondo: "¿Y si Él sabe que la oración es lo primero y lo que más necesitamos? ¿Y si el objeto principal de la idea que Dios tiene de la oración es suplir nuestra gran e interminable necesidad: la necesidad de Él mismo?".