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Tenía tanto caballo que sabía que podía esperar hasta que se abriera algo. Estaba en una buena posición y podía ver dónde se iban a abrir los huecos. Cuando la monté la última vez, hizo lo mismo y cuando se lo pedí, estaba lista. Estoy muy agradecido a Juddmonte y a Bill Mott por tenerme de nuevo con ella.