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Oh salvaje Viento del Oeste, tú aliento del ser del Otoño. Tú, de cuya invisible presencia huyen las hojas muertas, como fantasmas de un encantador.
Oh salvaje Viento del Oeste, tú aliento del ser del Otoño. Tú, de cuya invisible presencia huyen las hojas muertas, como fantasmas de un encantador.