-
Aunque se necesita un largo calentamiento para que un ocho se balancee, en un erg no importan esas sutilezas. Para mí, el sonido por sí solo elevó mi pulso a 120. Atarme los pies a las camillas lo aumentó a 180. Mi pulso máximo era de 200. No necesitaba calentamiento. Necesitaba un sedante.