Un buen viajero no tiene planes fijos ni pretende llegar. Un buen artista se deja llevar por su intuición. Un buen científico se ha liberado de conceptos y mantiene su mente abierta a lo que es. Así, el Maestro está disponible para todas las personas y no rechaza a nadie. Está dispuesto a utilizar todas las situaciones y no desperdicia nada. Esto se llama encarnar la luz. ¿Qué es un hombre bueno sino el maestro de un hombre malo? ¿Qué es un hombre malo sino el trabajo de un hombre bueno? Si no entiendes esto, te perderás, por muy inteligente que seas. Es el gran secreto.