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A veces hay que luchar. No hay más remedio. En algún momento, todos nos enfrentamos a un peligro o a una injusticia. La forma en que elegimos combatir ese desafío a menudo define nuestra vida. Puedes enfrentarte a las dificultades de frente, o huir de ellas, o ignorarlas hasta que te consuman. Pero nadie escapa al conflicto. Nadie.