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  • Parece ser una creencia generalizada que la voluntad de Dios es hacer que las cosas nos resulten desagradables, como tomar medicamentos de mal sabor cuando estamos enfermos, o ir al dentista. Alguien tiene que decirnos que el amanecer también es voluntad de Dios. Está el tiempo de la cosecha, la cosecha que nos proporcionará alimentos y ropa, sin los cuales la vida no podría sostenerse en la tierra. Dios ordenó las estaciones: son su voluntad. De hecho, las cosas buenas de la vida superan con creces a las malas. Hay más amaneceres que ciclones.