-
El amor de Dios es como el sol, constante y brillante para todos nosotros. Y así como la tierra gira alrededor del sol, es el orden natural que nos alejemos por una temporada, para luego volver a acercarnos, pero siempre dentro del tiempo apropiado.
El amor de Dios es como el sol, constante y brillante para todos nosotros. Y así como la tierra gira alrededor del sol, es el orden natural que nos alejemos por una temporada, para luego volver a acercarnos, pero siempre dentro del tiempo apropiado.