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El mundo no ayudará, el pueblo debe ayudarse a sí mismo. Su propia fuerza es la fuente de la vida. Esa fuerza el Todopoderoso nos ha dado para que la usemos; para que en ella y a través de ella, podamos librar la batalla de nuestra vida Los otros en los últimos años no han tenido la bendición del Todopoderoso - de Aquel que en última instancia, haga lo que haga el hombre, tiene en Sus manos la decisión final. Señor Dios, que nunca vacilemos ni nos hagamos los cobardes.