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Nunca tuve miedo al fracaso. Me di cuenta de que era responsable de mi propio éxito y de que cada día ofrece un nuevo comienzo, y confiaba en mi capacidad para mejorar.
Nunca tuve miedo al fracaso. Me di cuenta de que era responsable de mi propio éxito y de que cada día ofrece un nuevo comienzo, y confiaba en mi capacidad para mejorar.