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Recuerda siempre, dijo, que nada es tan precioso para nosotros como el magnífico don de la vida. Que la luna y las estrellas os lo recuerden siempre: que, aunque seamos pequeñas criaturas en este universo, estamos llenos de vida.
Recuerda siempre, dijo, que nada es tan precioso para nosotros como el magnífico don de la vida. Que la luna y las estrellas os lo recuerden siempre: que, aunque seamos pequeñas criaturas en este universo, estamos llenos de vida.