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La gente puede herirte, pero Dios te curará. La gente puede humillarte, pero Dios te honrará. La gente puede juzgarte, pero Dios te justificará.
La gente puede herirte, pero Dios te curará. La gente puede humillarte, pero Dios te honrará. La gente puede juzgarte, pero Dios te justificará.