luz solar moteada y miró el vapor plateado que se arremolinaba en su interior. "Niebla reunida al amanecer del primer día de luna nueva en la Isla de Avalon", dijo. "Sí. Buena para una hora de gran talento", dijo Annie. Jack sonrió, recordando su hora como domadores de caballos y su hora como magos de escenario. "Me pregunto en qué seremos geniales esta vez", dijo. "¿Quizá grandes enfermeras?", dijo Annie. "Ya veremos", dijo Jack. Guardó la botellita en su mochila; luego recogió el trozo de papel del suelo. En el papel había escrito los dos secretos de la grandeza que habían