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  • El parentesco con todas las criaturas de la tierra, el cielo y el agua era un principio real y activo. En el mundo de los animales y las aves existía un sentimiento fraternal que mantenía a los lakotas a salvo entre ellos. Y tan cerca estaban algunos de sus amigos emplumados y peludos que, en verdadera hermandad, hablaban una lengua común.

    Luther Standing Bear (2006). “Land of the Spotted Eagle”, p.193, U of Nebraska Press