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Somos tanto el espejo como el rostro en él.
Estamos probando el sabor de este minuto de la eternidad.
Somos el dolor y lo que cura el dolor a la vez.
Somos el agua dulce y fría y el cántaro que la vierte.
Somos tanto el espejo como el rostro en él.
Estamos probando el sabor de este minuto de la eternidad.
Somos el dolor y lo que cura el dolor a la vez.
Somos el agua dulce y fría y el cántaro que la vierte.