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Si simplemente predicamos los efectos de la redención en la vida humana en lugar de la verdad divina revelada con respecto a Jesús mismo, el resultado no es un nuevo nacimiento en aquellos que escuchan. El resultado es {sólo} un estilo de vida religioso refinado... debemos asegurarnos de que estamos viviendo en tal armonía con Dios que al proclamar Su verdad Él pueda crear en otros aquellas cosas que sólo Él puede hacer.