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Si estás enfadado y luego feliz, al momento siguiente el enfado desaparece. A partir de ese enfado fabricas el siguiente estado. Estos estados son siempre intercambiables. La felicidad y la miseria eternas son el sueño de un niño.
Si estás enfadado y luego feliz, al momento siguiente el enfado desaparece. A partir de ese enfado fabricas el siguiente estado. Estos estados son siempre intercambiables. La felicidad y la miseria eternas son el sueño de un niño.