Una cosa es cierta: El poder de la creencia, el poder del pensamiento, moverá la realidad en la dirección de lo que creemos y concebimos de ella. Si realmente crees que puedes hacer algo, puedes hacerlo. Esto es un hecho. Cuando visualizas claramente un resultado victorioso, lo grabas en tu corazón y estás firmemente convencido de que lo conseguirás, tu cerebro hace todo lo posible por hacer realidad la imagen mental que has creado. Y entonces, gracias a tus incesantes esfuerzos, esa victoria se hace finalmente realidad.