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Antes de recibir los maravillosos tesoros de una vida feliz, primero debes dar. Dar de ti mismo. Sirve a los demás. Sólo lo que das puede multiplicarse en tu propia vida.
Antes de recibir los maravillosos tesoros de una vida feliz, primero debes dar. Dar de ti mismo. Sirve a los demás. Sólo lo que das puede multiplicarse en tu propia vida.