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  • Detén toda actividad física y siéntate con naturalidad. Permanece en silencio y deja que el sonido sea como un eco. No pienses en nada, mira la experiencia más allá del pensamiento; mente abierta como el espacio. Suelta el control y detente y descansa a gusto en ese estado. La conciencia sin proyección es la mayor meditación. Entrénate y desarróllate así y llegarás al despertar más profundo.