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Recuerda que tu percepción del mundo es un reflejo de tu estado de conciencia. No estás separado de él, y no hay un mundo objetivo ahí fuera. En cada momento
tu conciencia crea el mundo que habitas.
Recuerda que tu percepción del mundo es un reflejo de tu estado de conciencia. No estás separado de él, y no hay un mundo objetivo ahí fuera. En cada momento
tu conciencia crea el mundo que habitas.