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Frente a tantas heridas que nos duelen y podrían llevarnos a endurecer el corazón, estamos llamados a sumergirnos en el mar de la oración, que es el mar del amor sin límites de Dios, para experimentar su ternura
Frente a tantas heridas que nos duelen y podrían llevarnos a endurecer el corazón, estamos llamados a sumergirnos en el mar de la oración, que es el mar del amor sin límites de Dios, para experimentar su ternura