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El gran error de nuestros días es creer que Dios no se preocupa por proteger su propia integridad. Es una especie de deidad insípida, que simplemente agita una varita de perdón sobre todo el mundo. No. Que Dios te perdone es un asunto muy costoso.
El gran error de nuestros días es creer que Dios no se preocupa por proteger su propia integridad. Es una especie de deidad insípida, que simplemente agita una varita de perdón sobre todo el mundo. No. Que Dios te perdone es un asunto muy costoso.