-
...los llamados por el nombre de Cristo deben ordenar sus vidas. Deben perseverar en oraciones y súplicas e, imitando a los ángeles, tener los ojos elevados hacia el Maestro por encima de los cielos, alabándole y bendiciéndole con una conducta irreprochable, y esperando Su venida mística. Como le dice el Salmista: 'Cantaré y me comportaré sabiamente de un modo perfecto. ¿Cuándo vendrás a mí?" (Sal. 101:2).