Autores:
  • El mayor peligro para el cristianismo, sostengo, no son las herejías, ni las heterodoxias, ni los ateos, ni el secularismo profano, no, sino el tipo de ortodoxia que es una tontería cordial, una mediocridad servida con dulzura. No hay nada que desplace tan insidiosamente lo majestuoso como la cordialidad.