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Aquel que salvó tu alma anhela rehacer tu corazón. Fijemos nuestros ojos en Jesús. Tal vez al verle a Él, veamos lo que podemos llegar a ser.
Aquel que salvó tu alma anhela rehacer tu corazón. Fijemos nuestros ojos en Jesús. Tal vez al verle a Él, veamos lo que podemos llegar a ser.