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Incluso cuando no podemos ver el por qué y el para qué de los tratos de Dios, sabemos que hay amor en ellos y detrás de ellos, y por eso podemos alegrarnos siempre.
Incluso cuando no podemos ver el por qué y el para qué de los tratos de Dios, sabemos que hay amor en ellos y detrás de ellos, y por eso podemos alegrarnos siempre.