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No es al rico al que debas llamar propiamente feliz,
sino al que sabe usar con sabiduría las bendiciones de los dioses,
soportar la dura pobreza, y que teme la deshonra peor que la muerte,
y no teme morir por los amigos queridos o por la patria.
No es al rico al que debas llamar propiamente feliz,
sino al que sabe usar con sabiduría las bendiciones de los dioses,
soportar la dura pobreza, y que teme la deshonra peor que la muerte,
y no teme morir por los amigos queridos o por la patria.