-
Si una vez has aceptado el cristianismo, entonces algunas de sus doctrinas principales deben ser deliberadamente tenidas en mente durante algún tiempo cada día. Por eso las oraciones diarias, la lectura religiosa y la asistencia a la iglesia son partes necesarias de la vida cristiana. Tenemos que recordar continuamente lo que creemos. Ni esta creencia ni ninguna otra permanecerá viva automáticamente en la mente. Hay que alimentarla.