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Pero, aunque al principio me decepcionó que me catalogaran de extremista, a medida que fui reflexionando sobre el asunto, la etiqueta me fue produciendo cierta satisfacción. ¿Acaso no fue Jesús un extremista del amor? "Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os odian y orad por los que os ultrajan y os persiguen".