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Piensa en el amor más puro y desbordante que puedas imaginar. Ahora multiplica ese amor por una cantidad infinita: esa es la medida del amor de Dios por ti.
Piensa en el amor más puro y desbordante que puedas imaginar. Ahora multiplica ese amor por una cantidad infinita: esa es la medida del amor de Dios por ti.