Autores:
  • Aunque he vivido muchas tinieblas, he visto suficientes pruebas para estar inquebrantablemente convencido de que ninguna dificultad, ningún miedo es tan grande que pueda sofocar por completo la esperanza que brota eterna en el corazón de los jóvenes... No dejéis morir esa esperanza. Apostad por ella. No somos la suma de nuestras debilidades y fracasos; somos la suma del amor que el Padre nos tiene y de nuestra capacidad real de convertirnos en imagen de su Hijo.