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Si te cuentas una historia triste, el cuerpo reacciona. Y si te cuentas una historia que te engrandece, el cuerpo se siente hinchado, confiado. Pero cuando te das cuenta de que todo son historias, puede haber un gran despertar de la mente, del sueño. No despiertas, lo que ha estado eternamente despierto se realiza a sí mismo. Eso que está eternamente despierto es lo que tú eres.