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No puedo llevaros a la batalla. No os doy leyes ni administro justicia, pero puedo hacer algo más: puedo entregar mi corazón y mi devoción a estas viejas islas y a todos los pueblos de nuestra hermandad de naciones.
No puedo llevaros a la batalla. No os doy leyes ni administro justicia, pero puedo hacer algo más: puedo entregar mi corazón y mi devoción a estas viejas islas y a todos los pueblos de nuestra hermandad de naciones.