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¿Comprendemos la gravedad del pecado de la deshonestidad? No sólo es anticristiano, es anticristiano... ¡es anticristo! Ya sea mentir, engañar, robar o defraudar; ya sea en el hogar, en los negocios, en los deportes o en el aula; la deshonestidad es completamente ajena a las enseñanzas de Jesús.