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  • A veces la gente puede tener hambre de algo más que de pan. Es posible que nuestros hijos, nuestro marido, nuestra mujer, no tengan hambre de pan, no necesiten ropa, no les falte una casa. Pero ¿estamos igualmente seguros de que ninguno de ellos se siente solo, abandonado, desatendido, necesitado de algún afecto? Eso también es pobreza.

    Mother Teresa (1996). “In My Own Words”