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Camina por el camino del Señor con sencillez y no atormentes tu espíritu. Debes odiar tus defectos, pero con un odio tranquilo, no molesto e inquieto.
Camina por el camino del Señor con sencillez y no atormentes tu espíritu. Debes odiar tus defectos, pero con un odio tranquilo, no molesto e inquieto.